El aislamiento social, preventivo y obligatorio producto de la propagación del coronavirus COVID-19 que ha perjudicado a más de 194 países, ha provocado que permanezcamos en casa en temporadas prolongadas, de la misma forma ha provocado que nuestro vehículo quede sin uso. ¡Así es! Los autos también están en cuarentena.
Esto quiere decir que es probable que muchos conductores tengan estacionado su automóvil y no vayan a usarlo durante la vigencia del actual estado emergente. En esta condición, es mejor tomar algunos cuidados para evitar posibles desperfectos en el vehículo.
Cubrir el auto
Lo ideal es que el vehículo se encuentre bajo techo. El sol en exceso y el excremento de aves pueden causar daño a la pintura de la carrocería. Por eso es clave tratar de mantenerlo limpio. Te recomendamos cubrirlo con una lona que sea resistente e impermeable en el caso de que no cuentes con un garaje cubierto.
Mantenerlo limpio y ventilado
Es recomendable que al menos tres veces a la semana se ventile el interior del vehículo. Hay que abrir todas las puertas y dejar que el habitáculo cambie el aire.
Aprovechar limpiar el auto en ese momento sería excelente, así se evitará que la tapicería, las alfombrillas y demás accesorios acumulen malos olores y bacterias.
Desconectar la Batería
Un coche sin uso también consume batería, se sugiere desconectar la batería ya que continúa alimentando a ciertos dispositivos que son los que se encargan de que todo funcione perfecto al momento de poner en marcha el motor. Hay que tener en cuenta que si se desconecta la batería, muchos sistemas del auto se pueden resetear. Por eso se recomienda leer el manual antes.
Neumáticos
Si el auto está parado mucho tiempo, el neumático puede perder un poco de aire y al estar en la misma posición, el mismo puede deformarse. No hay que pasarse de aire pero es bueno inflar los neumáticos hasta la presión máxima que indica el fabricante. También puedes colocar unos ladrillos en los bajos del auto para que en el caso de desinflado natural de la llanta el vehículo no deje caer todo el peso de su estructura sobre los cuatro neumáticos.
Arrancar el vehículo al menos una vez cada 10 días
Al encender el motor, por ejemplo, el aceite vuelve a bañar todas sus piezas y casi todos los sistemas se ponen en funcionamiento. Por eso también es bueno hacer algunos giros con el volante aunque estemos detenidos. Pisar unas veces el pedal de freno asegurará que el líquido de freno circule por sus circuitos.
Dejar el tanque lleno
Cuanto más lleno esté el depósito, menos se va a evaporar el combustible debido a que se crea menos espacio para que se produzca este fenómeno.
Por último, una vez que haya pasado esta emergencia sanitaria y se habilite con normalidad la circulación de vehículos, no está de más revisar los líquidos y estar alerta a cualquier señal que nos advierta el tablero de instrumentos antes de ponerlo en marcha.Y recuerda que todo vuelve a funcionar, conduce lo más suave posible durante los primeros kilómetros.
No te preocupes de que tu vehículo quede sin uso con todas estas recomendaciones.
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Fuente: El universo, Parabrisas, La Vanguardia, Clarín
